Los diferentes valores generacionales, las cada vez más frecuentes rupturas conyugales, la dispersión de las figuras de autoridad y normas hacen de la familia el entorno en que más conflictos se producen, y a su vez que más dolor emocional causa.

La terapia familiar pretende dar solución a aquellos conflictos padres-hijos, entre hermanos, y de pareja que día tras día nos desgastan y nos generan los más altos niveles de sufrimiento. Centrarnos en lo positivo de cada cual, romper etiquetas, aprender a negociar y llegar a acuerdos son algunas de nuestras líneas de trabajo, obteniendo cambios profundos y permanentes en la dinámica familiar.